Diseñar buenos componentes es clave. Pero organizarlos bien es lo que convierte un sistema de diseño en una herramienta realmente útil. En este post exploramos cómo estructurar tu sistema por propósito, niveles de abstracción o función en la interfaz. Una organización clara no solo suma eficiencia y coherencia, también mejora la experiencia de quienes lo usan y mantienen. Porque un buen sistema no es sólo lo que contiene, sino cómo se entiende.
Según su propósito
Organizar por propósito es la clave para que tu sistema crezca sin perder el control ni la calidad.
- •Base: Son los ladrillos fundamentales del sistema. Componentes reutilizables, atómicos, que no dependen del contexto.
- •Layout: Los responsables de la estructura. Te ayudan a distribuir los elementos, crear jerarquías visuales y adaptar todo a diferentes tamaños de pantalla.
- •Data Display: Aquí entran los componentes que presentan información y ayudan a hacerla legible y comprensible.
- •Feedback: Fundamentales para la interacción. Le indican al usuario que algo está pasando, qué ha cambiado o qué requiere su atención.
- •Navigation: Todo lo que permite moverse por la interfaz y orientarse. Ayuda al usuario a saber dónde está, a dónde puede ir y cómo llegar.
Por nivel de abstracción
Los componentes se agrupan según su complejidad y reutilización. Esta estructura no solo aporta claridad (cada nivel tiene su lugar), sino que favorece la coherencia y escalabilidad. Las historias se vuelven predecibles, y añadir nuevas piezas al sistema se convierte en una tarea mucho más sencilla.
- •Primitives/Atomics: Son los bloques más básicos del sistema. Viven solos, no dependen de otros, y representan una única función. Tienen mínima o ninguna lógica.
- •Basics / Molecules: Aquí ya entramos en combinaciones. Estos componentes agrupan varios atómicos para resolver algo concreto. Empiezan a tener propiedades configurables y más contexto.
- •Modules / Complejos: Son bloques grandes que combinan múltiples componentes, con lógica o estados, y resuelven tareas más completas.
- •Layout: Los responsables de la estructura del sistema.
Por funcionalidad en la interfaz
Otra forma eficaz de organizar tu sistema de diseño es clasificar los componentes según su propósito funcional en la interfaz: pensar para qué sirve cada elemento cuando está en uso, más allá de su forma o nivel de abstracción. Este enfoque ayuda mucho a los equipos a encontrar más rápido lo que necesitan y a entender el propósito de cada componente sin tener que adivinarlo por el nombre.
- •Inputs: Permiten al usuario introducir datos.
- •Interaction: Engloba todos los elementos que permiten realizar acciones, desde botones hasta tooltips.
- •Data Display: Aquí entran los componentes que presentan información y ayudan a hacerla legible y comprensible.
- •Navigation: Todo lo que permite moverse por la interfaz y orientarse.
- •Feedback: Fundamentales para la interacción. Le indican al usuario que algo está pasando, qué ha cambiado o si algo requiere su atención.
- •Layout: Los responsables de la estructura y jerarquía visual.
Y tú, ¿cómo estructurarías tu sistema de diseño?
Cada equipo, producto o contexto tiene sus propias necesidades. Lo importante es elegir una estructura que ayude, que se entienda y que mejore la experiencia de quienes lo usan y lo mantienen.

